La historia ha registrado que los tiempos difíciles siempre han inspirado a las personas a innovar y a los emprendedores a crear nuevas oportunidades. La crisis desatada por Covid-19 presionó a todas las economías con la imaginación y la creatividad jugando un papel fundamental en la reinvención de los modelos de negocio en todo el mundo.

“La pandemia nos enfrentó a realidades que siempre habían estado ahí pero veníamos ignorando. En otros casos, se presentaron como consecuencia de los cambios que se tuvieron que hacer para adecuarnos de manera súbita a una nueva forma de vivir y trabajar”, reconoce Oscar Bobadilla, Managing Partner de RSM Colombia.

Algunos de los cambios serán momentáneos y aún no tenemos claro cuánto durará esta temporalidad. Otros han llegado para quedarse y en ese sentido debemos tomar acciones definitivas para redefinir la forma en que veníamos trabajando. Lo anterior supone ajustes en el modelo de negocio, los productos y servicios, los procesos y la tecnología que los soportan.

“Será entonces necesario entender cómo las necesidades de los clientes se van a modificar. Para ello podemos hacer uso de modelos como el Design Thinking que nos permite reconocer las necesidades, oportunidad​es, retos, problemas y dolores que enfrentan nuestros clientes internos y externos. A partir de ahí definiremos las características que debe contemplar la solución para luego construir prototipos validados por los clientes.” amplía Bobadilla.

Muchas de estas nuevas soluciones estarán encaminadas a mejorar la eficiencia operativa a través de la digitalización bien sea diseñando soluciones soportadas en capacidades adyacentes o nuevas alternativas completamente innovadoras.

Para lograr una reinvención exitosa es preciso “cambiar el chip” y estar dispuestos a reconocer la imperiosa necesidad de transformarnos y adaptarnos. Para ello podemos aplicar los conceptos de la planificación adaptativa recordando la famosa frase de Charles Darwin “No es la más fuerte de las especies, tampoco es la más inteligente la que sobrevive. Es aquella que se adapta mejor al cambio”. Aquí algunos ejemplos.

Rescata tu hotel

De acuerdo al Consejo Mundial de Viajes y Turismo el impacto de la emergencia sanitaria en la industria de la hospitalidad en América Latina sería de $131,000 billones de dólares de pérdida con una caída del 57% de viajeros internacionales y 7.4 millones de empleos perdidos. Ante este panorama este sector económico sabe que la opción es transformarse para sobrevivir. 

“Para reinventar tu empresa es necesario cerrar los ojos, y cuando los vuelvas a abrir, mirar tu negocio como si fuera la primera vez”, recomienda Ana Lozano, Consultora y Directora Financiera del Hotel St. Regis de la Ciudad de México. Con esta premisa la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México, el Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo (CIID) Extensión Universitaria de CESSA Universidad y RSM México se unieron cuando estalló la pandemia para ofrecer el taller Rescata tu Hotel. “Estos negocios tuvieron una caída de ingresos de más del 90% y casi ninguno tenía una estructura administrativa y financiera para este escenario. Con sencillos pasos se pudieron crear estrategias y cambios que dieron luz a varios procesos de transformación que fueron sorprendentes,” comenta Alberto Figueroa Lorrabaquio, de la Oficina de la Dirección Ejecutiva de RSM México.

Estos pasos principales fueron:

  • Creatividad, buscar nuevas formas de hacer negocios, utilizar la tecnología y nuevos nichos de negocios emergentes que se pudieran operar
  • Mantener finanzas sanas, un estricto control del flujo de efectivo, eliminar gastos e inversiones no prioritarias (que no generen utilidades)
  • Negociar con los empleados y hacerlos partícipes de las estrategias pidiendo su colaboración para que vieran dónde se podría hacer reducción de costos y ahorros
  • Negociar y reestructurar las deudas con acreedores y proveedores y buscar nuevas fuentes de financiamiento, revisión de los contratos de prestación de servicios para ajustarlos a la nueva realidad.
  • Analizar los pros y contras de la implementación de los cambios.

 

De hotel de lujo a renta de habitaciones compartidas con todas las amenidades. La Ciudad de México tiene una población profesional joven que busca vivir cerca de su lugar de trabajo o de estudios para evitar perder tiempo en el tráfico y generar menos contaminación. A su vez, aunque tiene ingresos moderados, desea vivir en un entorno con buenos servicios y conectividad. Tampoco perdamos de vista que durante los primeros meses de pandemia muchas empresas redujeron los sueldos de sus empleados entre un 25 y 50%. Así, este hotel del lujo optó por ofrecer roomie rooms - habitaciones compartidas - en las que cada inquilino paga un ticket promedio de 400- 500 dólares mensuales, pudiendo hacer uso de todas las áreas comunes que ofrece el hotel como jardines, alberca, salones, gimnasios y demás. Así, vieron llegar parejas jóvenes, amigos, algunos jubilados, entre otros.

De la hospitalidad a la geriatría. Otra transformación novedosa fue la de un hotel tradicional que se encontraba frente a un hospital en donde se atendían enfermos de Covid-19, en su mayoría de la tercera edad. Cuando las habitaciones de la clínica no fueron suficientes, muchos contagiados optaron por rentar una habitación en este hotel para mantener la cuarentena y estar cerca de los servicios médicos en caso de que fuera necesario. Con el tiempo, los dueños del hotel decidieron buscar los permisos para habilitarse como geriátrico haciendo reformas sencillas en la estructura de la propiedad, ofreciendo menú especializado y contratando servicio médico básico para sus clientes. El negocio ha ido tan bien que actualmente una famosa franquicia de geriatría se acercó para comprar la propiedad.

De hotel a lavandería profesional. Ante la imposibilidad de recibir huéspedes y organizar eventos, los salones de un hotel céntrico fueron convertidos en grandes áreas de lavandería y desinfección de ropa para hospitales y el público en general. Se estableció un proceso de recepción, lavado, planchado y entrega a domicilio en el que se involucró a todo el personal del hotel, indistintamente de las áreas a las que pertenecían.

El despertar del emprendedurismo en Guatemala

Guatemala es un país pequeño de América Latina en donde las cosas están cambiando. Según datos estimados de su Instituto Nacional de Estadística, cuenta con 16.2 millones de habitantes de los cuales el 40.7% se encuentra económicamente activo y el 25.3% inactivo. La época pre Covid-19 ubicaba al gobierno y a los corporativos como las principales fuentes de trabajo. “La pandemia nos sacudió despertándonos de este letargo inducido por el cambio tan inesperado. El cierre de muchos comercios, la suspensión de contratos laborales, las proyecciones macroeconómicas a la baja y los contagios al alza fueron el catalizador de muchos emprendimientos y de la búsqueda de nuevas oportunidades para subsistir. La necesidad fue, en efecto, la madre de la creatividad y el ingenio local” reflexiona Luis Arturo Orellana, Managing Partner de RSM Guatemala.

Pronto las calles del país se llenaron de pequeños emprendimientos de delivery compitiendo con unicornios como UberEats y Glovo. Las fábricas de ropa se convirtieron en esenciales cuando comenzaron a producir mascarillas faciales y trajes protectores para la fuerza médica y sanitaria del país e incluso de los países vecinos. Surgieron servicios de sanitización y limpieza profunda para atender necesidades institucionales y del hogar. La oferta de comidas a domicilio se multiplicó. Y no solamente comida, sino cualquier bien transportable se hizo disponible a domicilio.

Aunque la crisis sanitaria y económica producto del Covid-19 todavía no termina, la mayor parte de países ya están andando en una nueva normalidad y se han aprendido muchas lecciones de supervivencia y mejor aún, de resiliencia. “Este es el momento de apoyar a los pequeños emprendimientos y ayudarlos a consolidar su posición en el mercado. Existe un dicho que dice “Río revuelto, ganancia de pescadores…” y de hecho este “rio revuelto” fue la puerta para que muchas cosas buenas surgieran. Ahora, que las aguas parecen estar más calmas, ¿cómo podemos sostener la ganancia de esos pescadores (y el beneficio social que producen)? Pues podemos ayudarles a sistematizar sus procesos, a implementar sistemas de información, a entender su entorno fiscal y regulatorio, a prepararse para escalar sus servicios, a identificar y gestionar adecuadamente sus riesgos y sus finanzas”, agrega Orellana.

El espíritu empresarial local está definitivamente en su mejor momento y los emprendimientos siempre encontrarán su camino. Para cualquier negocio que necesite apoyo para reinventar una nueva forma de avanzar, comuníquese con: [Eileen Turkot, líder regional, RSM Latin America]