Por: Gonzalo Soto

Hallan empresas beneficios fiscales para sus operaciones con esa alternativa

Las sociedades cooperativas del País, como régimen fiscal, han registrado un crecimiento de más de 126 por ciento en 5 años, pues han encontrado atractivo al esquema para sus operaciones.

En enero de 2010, las sociedades cooperativas de producción sumaban apenas 2 mil 170 registros ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), mientras que al cierre del año pasado la cifra llegó a 4 mil 919.

Esto significa que en el periodo señalado unas 2 mil 749 cooperativas se han dado de alta ante el fisco.

Las sociedades cooperativas, de acuerdo con la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR), tienen un un beneficio fiscal importante: no están obligadas a realizar pagos provisionales al fisco a lo largo del año.

Casi todas las empresas del País deben pagar mensualmente al SAT una cantidad estimada provisional del ISR que les corresponde para todo el año.

Si al final del periodo resulta que pagaron más impuestos de los realmente generados, el fisco les realiza una devolución.

Al no realizar pagos provisionales, las cooperativas no ven afectado su flujo de efectivo a lo largo del año y sólo pagan impuestos una vez que distribuyeron entre los socios la acumula- ción de los ingresos.

“Es un esquema que por el beneficio o la facilidad de que no hay pagos provisionales muchas empresas se constituyeron de ese modo, aunque también a varias les terminaron por revocar ese régimen”, explicó Manuel Toledo, ex presidente de la Comisión Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM).

Especialistas fiscales señalaron que el esquema de cooperativas había sido utilizado en años anteriores por algunos contribuyentes para evadir impuestos al SAT y algunas aportaciones de seguridad social.

Sin embargo, de acuerdo con Toledo, la vigilancia de ese régimen actualmente es más estricta, precisamente para evitar las irregularidades.

De acuerdo con datos proporcionados por el SAT, no a todos les ha parecido tan atractivo el régimen pues en el periodo 2010-2014, unos 523 contribuyentes optaron por abandonarlo a través del trámite de cancelación de RFC.

Tan sólo en 2014, abundó el fisco, 170 contribuyentes dejaron de ser cooperativas en cualquiera de los tipos disponibles.

Martín Fierro, socio fiscal de RSM Bogarín Puebla, explicó que muchas empresas han optado por utilizar la figura de las cooperativas para realizar outsourcing laboral.

“Las cooperativas en general son una excelente herramienta, funcionan muy bien aquellas que están integradas en el sector primario, hay quienes han intentado hacer outsourcing con ellas de manera correcta, pero también ha habido casos con irregularidades”, comentó.