China se está convirtiendo rápidamente en el Nuevo campeón de la cooperación económica, el comercio y la globalización. Mientras otros se retiran de los lugares preferenciales, los negocios en China buscan crecer y expandirse a todos los rincones del mundo.


China y la globalización ya son viejos conocidos. Este proceso ha ido ocurriendo por largo tiempo y es esencial que cualquier negocio que quiera irrumpir en China lo haga a través de una estrategia global junto con un enfoque muy específico del mercado.

A medida que la economía mundial cambia su enfoque hacia China, surgen nuevas oportunidades para que las empresas entren en este mercado. En otras palabras, el impacto de la globalización en el crecimiento económico de China ya se está sintiendo. China se está convirtiendo en el nuevo campeón de la cooperación económica, el comercio y la globalización: mientras otros se retiran de los lugres preferenciales, los negocios en China buscan crecer y expandirse a todos los rincones del mundo.

Un caso de estudio de la globalización en China al que vale la pena darle seguimiento es la iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda, abreviada también BRIZNA, proyecto del Secretario General del Partido Comunista de China, Xi Jinping, que se centra en conectar la vasta gama de países que se encuentran dentro de la región. Esta es una de las razones del crecimiento de la globalización en China. Esta red de comercio permite que las pequeñas, medianas y grandes empresas desarrollen su potencial y logren un comercio más simplificado y expansivo por toda Asia.

Mientras que las empresas están ansiosas por ser parte del escenario mundial y cosechar los beneficios de la globalización en China, ellos se mantienen cautelosos con los extranjeros. El hecho de ser sensible en temas de cultura y costumbres compensará parte de esta reticencia, entendiendo que la cultura empresarial China no sigue las reglas de occidente.

Las empresas que deseen tener éxito en China deben considerar no sólo su cultura empresarial, sino también las regulaciones políticas, que están moldeadas por su cultura.
 

Las actitudes proteccionistas que ya hemos visto en algunos mercados clave son ejemplo perfecto de cómo las políticas de occidente pueden llegar a afectar de manera negativa las ambiciones globales de las empresas Chinas. En realidad es a pesar de dichos comportamientos que el panorama sigue siendo positivo y demuestra también la resiliencia que las empresas chinas poseen (otro excelente caso de estudio de globalización en China es la historia de Huawei, el cual hace patente su grado de resiliencia, así como su expansión en el mercado mundial).

Las empresas que desean tener éxito en China no sólo necesitan considerar la cultura empresarial, sino también entender que las regulaciones y políticas públicas están apegadas a su cultura. El crear confianza es la clave, como también lo es trabajar con socios locales que, por ende, entienden el paisaje local. Es imperativo que los negocios que se realicen con China demuestren una intención de beneficio para ambas partes.

Muchos están comenzando a cuestionar si la globalización está causando que la cultura de los negocios se separe de las tradiciones y, de ser así, el impacto que tendría sobre la práctica empresarial establecida. Si consideramos el modo de pensar chino, ilustrado por el valor de los métodos “orientados a la gente”, algunos podrían argumentar que los negocios no están ligados a las personas. Sin embargo el principal tema que las empresas deben afrontar frente a la des-globalización es, ¿cómo mantener un balance cuando por un lado se trata de desarrollo global y por el otro, existe una población global que es cada vez más escéptica ante los negocios internacionales? La prosperidad de un país y los negocios que se lleven a cabo, podrían ser vistos como orientados a las personas, únicamente la sociedad China cree que los errores de la globalización son compartidos.

El proteccionismo puede traer beneficios a corto plazo, sin embargo la economía global se vería afectada si el flujo de capital y negocios se vuelven menos dinámicos. Uno no debe reaccionar dándole la espalda a los espectadores ajenos. Tal como lo indican las ideas de reciprocidad y benevolencia, la cooperación es la mejor forma de llegar al éxito. Conforme pequeños y grandes empresarios siguen buscando la forma de crecer, se han dado cuenta de que el poder de la diversidad es más importante que nunca.

Así que, con todas estas consideraciones en mente, ¿cómo es que la globalización ha afectado a China? La posible respuesta sería que, por un lado la globalización ha impulsado la expansión e interacción en términos políticos, económicos y culturales, pero por otro ha traído fricción y conflicto, estos aspectos negativos podrían ser mitigados por las mismas empresas extranjeras, comprendiendo las prácticas de trabajo en China.

De manera crucial, las empresas deben tener en cuenta que China se está enfrentando a una divergencia entre sus generaciones. Los jóvenes son más conscientes del mundo exterior y a menudo más tolerantes con respecto a las diferencias entre las personas y sus valores. En contraparte, las generaciones chinas de mayor edad no tienen mucha experiencia con respecto al resto del mundo, sin embargo aprecian mucho a las personas que están mejor informadas con respecto a la cultura China. Al mismo tiempo, como los jóvenes en China ven hacia afuera, también lo hace el gobierno y es en este cambio de las percepciones en donde se presenta la mayor oportunidad para que las empresas trabajen en sociedad con la gente. Para convertirse en un jugador de negocios global, se necesita pensar de manera global.
 

Teniendo esto en cuenta, es probable que la forma de llevar a cabo negocios en China sea más relevante todavía. En particular porque los anteriores instigadores de la cooperación mundial han optado por retirarse de la vanguardia en un mundo que está cada vez más conectado. Es por ello que, aun cuando no está claro el rumbo que tanto China como la globalización están tomando en este respecto (y sigue sin ser clara la forma que el plan BRI tomará), estamos en un punto en el que entender la forma en la que China hace negocios es crucial, no solo para tener éxito con ellos sino con el resto del mundo.