Noticia publicada en la revista MANUFACTURA
Por: Gabriela Cabrera
Jueves, 23 de noviembre de 2017 a las 10:55


El SAT tendrá más información sobre ventas, inventarios e importación de insumos.

Los cambios tecnológicos tributarios que entrarán en operación este 1 de diciembre, con la factura electrónica o Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI) versión 3.3, reforzarán la fiscalización de las empresas manufactureras y maquiladoras que operan en México.

Con el CFDI versión 2.2, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ya tiene el control de los ingresos y gastos del sector industrial, al igual que del resto de las empresas, así como de sus ventas, inventarios y cadena de suministro, comenta Juan Carlos Escárrega Rojo, socio director de la oficina de Tijuana de la firma RSM México, que se dedica a la consultoría de contaduría y negocios. 

Sin embargo, con la próxima entrada del CFDI versión 3.3, el SAT sabrá —por la introducción del Catálogo de Productos— qué productos o servicios vende el proveedor o emisor de la factura, la cantidad, el monto total y también el desglose por importe de cada unidad.

Mientras que en lo concerniente al receptor o empresa manufacturera, la autoridad tributaria sabrá qué productos elabora con esos activos e insumos. De manera que el SAT tendrá conocimiento de cuánto produce la fábrica y cuánto y cuándo vende, de modo que podrá hacer un contraste de dicha información con sus inventarios, refiere Escárrega Rojo.

En el caso de la industria maquiladora de exportación, que no paga el 16% de Impuesto al Valor Agregado (IVA) a la importación de mercancías, el SAT conocerá con el software de descarga denominado Anexo 24 y 31, todo lo que la manufactura ingrese por Aduanas, por número de pedido, cantidad y tiempo de duración que tiene que estar en México, y la contrastará con sus inventarios.

Inversión de 25 mil a 500 mil pesos

El nuevo esquema del CFDI y el enfoque en riesgos de las auditorías electrónicas abren la posibilidad a una mayor fiscalización. Además de que el tiempo de la auditoría se redujo de 18 meses a solo 15 días, asegura Sergio Trujeque, socio y especialista de RSM.

“El nuevo CFDI es una medida muy ambiciosa, que le dará una transparencia a los inventarios de los sectores industrial y comercial como nunca antes la había tenido”, dice el experto. 

Trujeque agrega que esta segunda reforma le va a permitir al SAT asomarse a los estados financieros de las empresas y compararlos con las declaraciones que presentan, lo que reduce aún más la brecha de la evasión.

Ayer 22 de noviembre, el SAT emtió una prórroga a los contribuyentes para adoptar obligatoriamente la nueva factura electrónica hasta el 31 de diciembre próximo. Con lo que a partir del 1 de enero de 2018, la única versión válida será la 3.3.

En aras de cumplir con este nuevo requisito fiscal, los industriales invierten en tecnología y capacitación para adecuar sus sistemas a la recepción, administración y emisión del CFDI 3.3.

Tan solo para una empresa mediana, la inversión oscila entre 250,000 pesos a 500,000 pesos, comentaron los representantes de RSM.


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