Por Brandon Maves, Partner RSM US

Después del rugido que nos regresó a la vida tras la Gran Recesión, la economía en general ha continuado mostrando una relativa fortaleza en los últimos años, trayendo a la industria de la construcción a una racha rentable. Pero hay algunas señales de que el paso del crecimiento de este sector se está desacelerando.

El gasto total en el sector de la construcción declinó en la última parte del 2018 y la primera del 2019 por primera vez en siete años. Las crecientes tasas de interés podrían, y el apretado mercado laboral, ejercerán una presión inflacionaria sobre el sector, y la expansión de larga duración está atrasada en una corrección. Mientras que los expertos no están prediciendo otra Gran Recesión, el Fondo Monetario Internacional pronostica en su más reciente World Economic Outlook una desaceleración global del crecimiento para el 2019 de hasta 70 por ciento de la economía mundial, seguida de una recuperación potencial para 2020.

El potencial de un crecimiento más lento en el corto plazo no debe causar pánico, pero debería servir como un impulso para la preparación. Hay varios movimientos que los contratistas podrían hacer para prepararse para superar un periodo menos rentable.

ELIGE UN NICHO

Cuando un negocio está en auge, los contratistas pueden estar más dispuestos a tomar trabajos más allá del alcance y enfoque de su compañía. Con el futuro cada vez menos certero, sin embargo, los contratistas deben afilar sus expectativas en un nicho o sector específico –como el cuidado de la salud, viviendas para estudiantes o casas de gama alta- en los que tengan experiencia y un historial de productividad. Aquellos que no tengan esta opción deberían considerar un plan estratégico más grande y delineado que tenga en la mira los sectores que busquen atacar. Para entonces enfocarse en desarrollar ese plan, incluso si significa sacrificar otros aspectos del negocio.

Los contratistas que tienen éxito alineándose de forma estratégica en la parte superior de un sector específico se diferencian de la competencia, creando una especie de amortiguador contra el impacto de una desaceleración y permitiendo ganancias continuas en el mercado. Por ejemplo, pueden enfocarse en redes de trabajo estratégicas dentro de su campo y construir de esta manera relaciones clave con todos, desde subcontratistas hasta clientes potenciales que son necesarios para el éxito.

Los constructores que están enfocados en un nicho son más capaces de entender las tendencias del mercado que su competencia. Ese conocimiento les puede permitir crear servicios personalizados a altos costos, y generar referencias boca a boca, que son aún más valiosas cuando el negocio disminuye. También pueden ser más eficientes con sus marketing dollars dirigidos a clientes particulares con mensajes más concentrados.

APUNTALAR EL FINANCIAMIENTO

Administrar flujos de efectivo es importante para los contratistas sin importar lo que la economía esté haciendo. Pero cuando los créditos se ponen rígidos, es imperativo retener el acceso al financiamiento. Tener efectivo disponible para capital de trabajo como para iniciativas a largo plazo puede facilitar el manejo de las fluctuaciones en los pagos y proyectos que se producen durante una desaceleración.

Para retener ese acceso a capital, los contratistas deberían estar en contacto con prestamistas ahora, confirmando su relación y asegurando que mantendrán liquidez incluso si el trabajo empieza a desacelerarse. Esto puede significar que se aumente una línea de crédito existente mientras que el crédito siga disponible, en vez de arriesgarse a pedir un incremento cuando los prestamistas se están ajustando. Los contratistas con un perfil de crédito menos que perfecto deberían enfocarse en mejorarlo antes de que los estándares de préstamos se ajusten.

Además de apuntalar su propio financiamiento, los contratistas deberían examinar la cadena financiera completa en busca de señales de debilidad. Eso quizá significaría levantar las precalificaciones para subcontratistas y vendedores, enfocándose en construir relaciones con aquellos que tengan posiciones financieras fuerte y parezcan más disponibles en sobrellevar una tormenta.

Este también es un buen tiempo para estabilizar otros medios para incrementar el capital para proyectos. Esto quizá signifique mirar más allá de las fuentes tradicionales de una compañía y explorar otros como compañías de seguros de vidas o grupos de inversionistas. Formar y mantener relaciones en mercados capital es especialmente importante durante una desaceleración, porque estos podrían ser una línea de vida en el futuro cuando otras fuentes de patrocinio comienzan a secarse. Esto puede ser particularmente cierto para inversionistas oportunistas que buscan una devolución de su dinero fuera de la equidad del mercado.

INVIERTE ESTRATÉGICAMENTE

Mientras que es importante conservar efectivo ante una desaceleración, gastar el dinero estratégicamente ahora parece preparar mejor a los contratistas para lidiar con turnos en el mercado. Un área madura para la inversión estratégica es la tecnología de la información (TI). Muchos contratistas no invirtieron en TI durante la última desaceleración o como resultado de la reforma fiscal, y se encuentran con una infraestructura de TI obsoleta e ineficiente. Pero es un área que puede crear importantes eficiencias en el ahorro de costos y ventajas competitivas. Los nuevos sistemas de orden de compra y cuentas por pagar, por ejemplo, pueden automatizar áreas que anteriormente requerían personal adicional. Estos sistemas pueden ser bastante flexibles, lo que permite a los contratistas aprovechar todo el proceso sin necesidad de personal adicional.

En el complicado ambiente laboral de hoy, es vital asegurarse de que los empleados clave permanezcan en una compañía. Para lograr eso, los contratistas deben considerar estructuras de compensación competitivas, como un plan de compensación diferida que pueda mantener a esos trabajadores en el negocio a largo plazo.

Este también puede ser un buen momento para observar la cultura e la compañía, y si está ayudando o afectando la capacidad de retener empleados clave. Los empleados de hoy quieren más que un pago y puede ser más efectivo invertir en la cultura del lugar que sólo aumentar su compensación.

Incluso si este año no ocurre una desaceleración, la naturaleza cíclica de la construcción implica que eventualmente vendrá. Pero dada la duración de la expansión actual, la próxima desaceleración probablemente se producirá más antes de que lo imaginemos. Los contratistas que puedan prepararse ahora para los tiempos de escasez se encontrarán mejor preparados y posicionados para el auge que seguirá a la desaceleración.