POR JOSEPH BRUSUELAS

AQUELLOS QUE DAN la razones por las que la producción industrial de Estados Unidos ha tocado fondo pueden querer repensar esa declaración demasiado optimista. Si bien la producción de automóviles se recuperó en noviembre, los problemas en Boeing en torno al 737 Max y el impuesto a la incertidumbre impuesto a las empresas causado por el conflicto comercial con China han dejado sin aliento la producción industrial nacional. La producción industrial de Estados Unidos Se contrajo un 0.8% en octubre, la mayor cantidad en 17 meses

Las tensiones comerciales han afectado la producción industrial

La producción industrial estadounidense se contrajo un 0,8% en octubre, la mayor cantidad en 17 meses, informó recientemente la Reserva Federal. Además, la producción de la fábrica cayó un 0.6% y los ensambles de vehículos motorizados colapsaron un 11%, casi todo por la huelga de General Motors, que terminó el mes pasado.

Las comparaciones año tras año revelan el estado de desequilibrio de la economía estadounidense. La producción industrial cayó un 1.1%, la fabricación disminuyó un 1.5% y la fabricación de bienes duraderos se redujo un 2%, todo relacionado con las tensiones comerciales y las luchas de Boeing. Al mismo tiempo, las ventas minoristas en los Estados Unidos se mantuvieron fuertes en octubre, aumentando en un saludable 0.3%.

Si bien la demanda de servicios públicos disminuyó un 2.6% y la producción minera disminuyó un 0.7%, todo esto no se puede atribuir al clima, ya que algunos podrían inclinarse por él. Más bien, esto tiene que ver con la disminución general de la demanda impulsada por la política, la lucha laboral y las heridas autoinfligidas en Boeing. Nuestro índice de producción tiende a sugerir que puede pasar algún tiempo antes de que podamos declarar un sin moros en la costa acerca de los riesgos para las perspectivas vinculadas a la producción industrial y la fabricación.

Además, no estamos optimistas de que haya un llamado acuerdo de "fase uno" que impulsaría al sector manufacturero o levantaría el velao de incertidumbre que ha arrastrado la inversión empresarial en general y los gastos de capital en particular. Sin una reducción general de los aranceles, en lugar de no imponer aranceles adicionales, generalmente somos escépticos en este punto sobre un aumento a corto plazo en la producción y fabricación en general.