Por Henk Heymans, Jefe de Auditoría en RSM Sudáfrica

El principio de going concern ha sido uno de los conceptos fundamentales en la preparación de cualquier estado financiero desde que la mayoría de nosotros podemos recordar. La aplicación no ha cambiado significativamente durante décadas, pero ¿por qué los auditores, la administración y los preparadores de estados financieros aún no están de acuerdo con este concepto y por qué parece que todos están más interesados en este concepto últimamente?


Goin concern o gestión continuada significa a grandes rasgos que un negocio cumplirá y completará sus compromisos financieros y planes y utilizará además sus activos existentes para demostrar que podrá permanecer en el mercado al menos 12 meses.


En primer lugar, ¿por qué es un concepto tan importante?

Cuando se preparan los estados financieros se deben decidir los valores que se asignarán a elementos como planta y equipo, cuentas por cobrar, etc. Sin embargo, la asignación de estos valores no es sencilla.

Considera, por ejemplo, un torno que se utiliza en el proceso de producción. Este torno puede tener muchos valores diferentes, dependiendo del propósito del valor. Por ejemplo: (1) para propósitos de seguro, el valor de reemplazo del torno sería aplicable, (2) si deseas vender el torno, el valor de mercado del torno sería aplicable y (3) si deseas utilizar el torno hasta el final de su ciclo de vida operativo, el valor atribuible al torno sería con toda probabilidad la cantidad de ingresos que el torno generará durante este periodo.

Sin embargo, para los propósitos de este artículo, estamos interesados ​​en la medición del valor para su uso en los estados financieros.

Al preparar los estados financieros, debemos determinar un valor y es prudente asumir que la empresa está planeando utilizar el torno económicamente hasta que ya no sea útil y luego venderlo por valor de desecho. Esencialmente, este es sólo el supuesto de gestión continuada o going concern expresado en diferentes términos.

Bajo este concepto, asumimos que el negocio continuará operando en un futuro y consumirá sus activos y liquidará sus pasivos en el curso normal de los eventos. Este es el supuesto que se utiliza para todos los estados financieros a menos que las circunstancias indiquen lo contrario.

Por lo tanto, cuando las empresas atraviesan un momento difícil, como la mayoría lo está pasando en este momento, es necesario considerar si este principio sigue siendo apropiado.

Por ejemplo, no sería apropiado aplicar este concepto en la medición de activos y pasivos si la administración ya ha tomado la decisión de cesar las operaciones. Esto incluye cuando la gerencia no ha tomado tal decisión, pero parece que no tienen una alternativa realista.

Esto es exactamente lo que es tan difícil en el clima económico actual: antes de la pandemia de COVID-19, a muchos empresarios ya les había resultado difícil confirmar con certeza que sus operaciones estarían activas en el futuro. Esto es aún más problemático a la luz de la pandemia, ya que incluso si la empresa tiene una base de activos sólida, un buen producto y un mercado para sus productos, todavía no hay garantía de que la empresa no fallará porque, por ejemplo, un proveedor importante no sobrevivió al confinamiento.

Si la gerencia, que conoce y comprende tan bien el negocio y su entorno, no puede prever el futuro, pensemos en el director financiero, quien debe asumir la responsabilidad de los estados financieros. ¿Qué pasa con el auditor que está aún más alejado del negocio, pero aún tiene que decidir si el uso de este concepto está justificado?

En ambos extremos del espectro, es decir, donde el negocio es casi definitivamente una empresa en funcionamiento y donde lamentablemente no, es posible que haya algunos casos en los que sea fácil tomar una determinación. Sin embargo, con respecto a todos los demás negocios, la gerencia, los preparadores y los auditores deben considerar cuidadosamente lo siguiente:

  • Presupuestos revisados ​​y previsiones de flujo de efectivo. Todos los supuestos deben reconsiderarse para un mundo completamente diferente, con diferentes clientes, cadenas de suministro, etc.
  • Fuentes alternativas de financiamiento a corto, medio o largo plazo. ¿Pueden los accionistas inyectar capital? ¿Podemos descansar de los proveedores? ¿Vender activos improductivos? ¿Negociar o aumentar un sobregiro u otros préstamos?
  • No hace falta decir que los costos deben reducirse en la medida de lo posible, si es posible.

Desafortunadamente, nadie tiene una bola de cristal confiable, por lo que, a pesar de todos nuestros mejores esfuerzos, es posible que aún nos resulte imposible hacer una evaluación confiable de si aplica el principio de going concern o no. En esos casos, será útil revelar los eventos y condiciones que han dado lugar a la incertidumbre, los supuestos que se hicieron y la sensibilidad de todos los supuestos, etc.

Los usuarios de los estados financieros comprenderán la incertidumbre siempre que se revele en su totalidad. Sin embargo, lo que no les va a gustar es sorprenderse con estados financieros que son engañosos y no reflejan la realidad.


ORIGINAL https://www.rsm.global/southafrica/news/another-growing-concern-covid-times