El proteccionismo y el populismo están en ascenso en la economía mundial. Las empresas empiezan a preguntarse: “¿será que la globalización, la cual ha ayudado a expandir la economía mundial y a sacar a millones de un estado de pobreza, ha pasado a la historia?” Para los líderes empresariales, este es uno de los mayores retos de nuestro tiempo (con serias implicaciones en cuanto a cómo lideran sus negocios)
Esto afecta la planeación, la estrategia y la contratación. Por lo tanto, necesitan asegurarse de tener acceso a la experiencia y los conocimientos adecuados, de manera que sus organizaciones se adapten. Con un entorno en constante cambio, los líderes deben poder planificar el futuro en escenarios a uno, tres, cinco o incluso más años. Aún si tuvieran que actualizar sus estrategias debido a circunstancias imprevistas, es mejor tener un plan a no tener ninguno.

En las últimas décadas, un creciente número de pequeñas y medianas empresas han aspirado a convertirse en multinacionales, con el objetivo de beneficiar a sus colaboradores, accionistas y clientes, uniéndose a la economía mundial. Todo esto se está convirtiendo en un paseo accidentado, por lo tanto, estas empresas deberán ser más inteligentes, más ágiles y estar mejor preparadas. Desgraciadamente, muchos líderes apenas han empezado a pensar en cuál podría ser el impacto.

No debemos hacer a un lado la economía política mundial todavía. Mientras las cosas aún están sucediendo, hay razones para esperar que un ataque perjudicial de la “desglobalización”, como el que ocurrió a principios del siglo XX, se pueda evitar.

La economía mundial se está recuperando: la Organización para la cooperación económica y el desarrollo pronostica un crecimiento del 3.7% para 2018, muy cercano al promedio de 1990-2007. Hoy en día no sólo se trata de bienes manufacturados que cruzan fronteras, sino de conocimientos, datos y destreza, que son más difíciles de obstaculizar.


Los líderes empresariales deben asegurarse de tener acceso a los conocimientos y experiencia adecuados para permitir que sus organizaciones se adapten.


Las empresas medianas no se van a rendir, ni van a refugiarse tras sus fronteras. Los mismos líderes se engañan a sí mismos al pensar que estas fuerzas políticas no les afectarán. La oleada populista está afectando el comercio, los impuestos y las políticas (cubiertos por cualquier definición de economía global) Las compañías alrededor del mundo se están enfrentando a regulaciones divergentes y a medidas proteccionistas. Esto sencillamente es algo contra lo que tendrán que aprender a lidiar.

En Australia, la eliminación de la visa 457 (la principal vía para que los empleadores patrocinen a trabajadores calificados  de manera temporal en su trabajo en el extranjero) hace que sea más difícil para las empresas en expansión encontrar talento internacional. Si en el Reino Unido el Brexit no se maneja con cuidado, amenaza con introducir nuevas barreras tanto para el comercio como para el reclutamiento. Estados Unidos se ha retirado de la asociación Transpacífica y está renegociando el Tratado de libre Comercio de América del Norte (TLCAN)

A pesar de que, hasta el momento no ha habido aumento en los aranceles de importación como sucedió en 1930, sí existe un aumento de otras formas de proteccionismo. La organización mundial del Comercio calcula que las barreras no arancelarias operadas por países del G20, como las medidas antidumping, crecieron alrededor de 300 en 2010 a más de 1,200 para 2016.

El panorama se encuentra en constante movimiento. Multinacionales de todos tamaños deben hacer frente a los cambios en las normas tributarias en cuestiones como precios de transferencia. Por ejemplo, la Comisión Europea se encuentra investigando los acuerdos fiscales de la marca IKEA, esto es parte de una crisis de cuatro años sobre lo que se consideraba como una evasión agresiva de impuestos corporativos. Las reformas del Presidente estadounidense Donald Trump apuntan, entre otras cosas, a alentar a las empresas a repatriar casi 3 billones de dólares, una cantidad que será por supuesto un punto de referencia en la economía de un mundo globalizado.
 

Frente a este complejo panorama, ¿qué pueden hacer quienes dirigen las empresas? En este caso, la buena planificación se vuelve vital. Sin embargo se encontrarán con que las habilidades que necesitan son muy distintas de aquellas con las que ya estaban familiarizados. La mayoría de los gerentes están enfocados en el día a día de sus negocios. Por lo tanto, necesitarán ayuda para tener una tabla salvadora en las arenas movedizas de la geopolítica, la economía, la política comercial y el cambio demográfico.

Precisarán de mano de obra calificada, la cual será más vital que nunca: los líderes deben asegurarse que sus políticas de recursos humanos estén calibradas para atraer y retener al mejor personal. La presión para que los controles de inmigración sean más estrictos está aumentando en varios países, por lo que sólo los mejores empleadores podrán atraer un número limitado de talento, si es que la oferta se ve restringida. La guerra por el talento será más intensa.


El Mercado de las medianas empresas podría verse beneficiado con la renegociación de los acuerdos comerciales, ya que estos ofrecen una oportunidad y a la hora de realizar ajustes, se tomen en cuenta nuevas áreas de negocio: los servicios digitales, por ejemplo.


Es difícil imaginar que las fronteras pudieran cerrarse por mucho tiempo o para siempre: los migrantes son vitales para la economía global. El mundo está interconectado y  el transporte, el internet y las comunicaciones móviles facilitan cada vez más su traslado. Sin embargo, los nuevos controles podrían interponerse en la forma de hacer negocios, por lo tanto las empresas deben estar preparadas.

En el Reino Unido, por ejemplo, la inmigración neta de la Unión Europea ha descendido a su nivel más bajo desde que iniciaron los registros, debido a que la libra se ha debilitado y a la anticipación del Brexit. Las cabezas de los negocios en todo el mundo deben asegurarse de estar equipados para competir y desarrollar cualquier talento que esté disponible.

Por supuesto que estos cambios en la economía global pueden aportar tanto oportunidades como amenazas. La renegociación de acuerdos comerciales brinda la oportunidad de realizar ajustes, teniendo en cuenta nuevas áreas de negocio, por ejemplo: los servicios digitales, los cuales ni siquiera existían cuando se elaboró el acuerdo del TLCAN. De esta forma las medianas empresas, cuyas fortalezas se encuentran en el mundo digital, podrían verse beneficiadas.

El deseo de China por jugar un papel en la economía mundial, a través de proyectos tales como los 900 mil millones de dólares en la “nueva ruta de la seda” facilitaría el comercio entre Europa y Asia, creando así nuevas oportunidades para que las empresas se involucraran en la cadena de suministro de China. Cabe destacar que habría obstáculos tanto prácticos como políticos, y muchos temen una guerra comercial entre Estados Unidos y China en los próximos meses.

Los negocios internacionales traen consigo muchos beneficios: según la investigación realizada por think-tank, el Centro para medianas empresas en Estados Unidos, los exportadores e importadores de las medianas empresas más enfocados internacionalmente, tienden a ser las empresas de más rápido crecimiento.

Sin embargo, los líderes necesitan llevar a cabo una cuidadosa planeación estratégica, de manera que puedan enfrentar los muchos desafíos que se les presentan, preguntándose en todo momento: “¿cómo se encuentra la economía global y de qué manera afecta los negocios?”. Los movimientos cautelosos parecen ser el camino más prudente. Deberán formar equipo con los asesores más adecuados, investigar cuidadosamente los mercados individuales, anticiparse a los cambios políticos y adaptarse a ellos de manera más rápida y eficaz que sus competidores.

Si lo hacen adecuadamente, el Mercado de las pequeñas y medianas empresas seguirá prosperando en la economía mundial. Es hora de que los líderes de las compañías empiecen a aportar. El futuro éxito de sus negocios, así como la supervivencia, depende de ello.