Joseph Brusuelas, Economista en jefe de RSM US LLP

Una convergencia de eventos recientes ha preparado el escenario para un aumento significativo en los desembolsos fiscales este año que impulsará el crecimiento de la economía estadounidense al 5.4% para el año, con riesgo al alza.


“Esperamos hasta 2 billones de dólares en ayuda fiscal a principios de febrero, lo que impulsará el crecimiento en 1.9% en 2021”

La revisión al alza se produce después de que los demócratas tomaron el control del Senado al ganar dos elecciones de segunda vuelta en Georgia, lo que ha aumentado la libertad de la administración entrante de Biden para perseguir sus ambiciosos planes de gasto. Eso dará como resultado un ritmo de crecimiento mucho más rápido de lo previsto anteriormente.

Ahora anticipamos hasta 2 billones de dólares en ayuda fiscal a principios de febrero, lo que impulsará el crecimiento en 1.9 puntos porcentuales en 2021 y 1.1 puntos porcentuales en 2022. Esto cerrará una brecha de producción considerable en la economía nacional y avanzará hasta el último trimestre cuando la economía estadounidense vuelva a utilizar toda su capacidad para producir bienes y prestar servicios.

Debido a la reconfiguración del poder en Washington, la administración Biden tendrá hasta tres oportunidades para usar la reconciliación, una maniobra legislativa que permite que los asuntos relacionados con el presupuesto se aprueben con una mayoría simple y eviten el obstruccionismo.

Este uso de la reconciliación probablemente resultará no sólo en un impulso a corto plazo del crecimiento, sino que también sentará las bases para una gama mucho más ambiciosa de programas de gasto.

Es casi seguro que la próxima ronda de ayuda fiscal contendrá una transferencia directa única de 1,400 dólares a personas elegibles. Cuando eso se suma a los pagos de 600 dólares aprobados en diciembre como parte del paquete de ayuda de 900 mil millones de dólares para el coronavirus, los hogares estadounidenses pueden recibir 465 mil millones de dólares en ayuda directa.

Dado que a nivel doméstico se tienen aproximadamente 1.5 billones de dólares en ahorros en exceso en comparación con el promedio de 20 años antes de la pandemia, lo más probable es que observemos uno de los aumentos más sólidos y sostenidos en el consumo de los hogares desde finales de la década de 1990.

El auge que se avecina en el gasto general de los consumidores reforzará significativamente la oportunidad de las empresas del mercado medio de facilitar su recuperación y reinvención después de la pandemia.

Anticipamos que un paquete fiscal incluirá ayuda directa a los gobiernos estatales y locales que evitará las pérdidas debilitantes de los servicios esenciales e impedirá lo que pensamos que sería una pérdida de cerca de 1.5 millones de puestos de trabajo debido a la necesidad de equilibrar los presupuestos estatales y locales.

Finalmente, habrá financiamiento para las vacunas y su distribución, así como más apoyo para las pequeñas empresas que continúan soportando la peor parte de la pandemia. Y es casi seguro que habrá una extensión hasta el final del año de los programas de desempleo relacionados con la pandemia.  

Próximas atracciones

Ahora confiamos en que se puede descartar una recesión doble y que hay un poco menos del 20% de posibilidades de recesión en los próximos 12 meses. El aumento significativo de las transferencias fiscales a los hogares en medio de un fuerte aumento en el gasto federal impulsará el crecimiento a mediados de 2021 hasta el punto en que esperamos una tasa de crecimiento promedio del 7.9% entre abril y septiembre.

Además, no hemos incluido un aumento en los desembolsos fiscales dirigidos a las prioridades de la administración de Biden, como infraestructura, estabilizadores automáticos y otras inversiones sociales.

La aprobación de esos programas a finales de este año resultaría en un impacto de entre 2 billones y 4 billones de dólares en la economía, y alteraría significativamente el pronóstico de crecimiento para este año y el próximo. También es muy probable que se tomen medidas para extender los programas de atención médica y cambio climático que alterarán la ecuación de crecimiento en 2022 y 2023.  

Desempleo y consideraciones políticas

Dado el importante impulso a las perspectivas de crecimiento derivado del próximo cambio de política fiscal, esperamos que la tasa de desempleo, que se sitúa en 6.75% caiga a 4.9% a finales de 2021 y al 4% en 2022.

Si bien esto respaldará un aumento en la inflación subyacente hacia el 2%, no conducirá al pleno empleo, que creemos que es del 3%, ni creará el tipo de economía de alta presión que da como resultado una inflación por encima del 2% que llevaría a la Reserva Federal (Fed) a cambiar su política monetaria acomodaticia. Por esta razón, no esperamos un aumento en la tasa de interés hasta 2024.

Durante algún tiempo hemos argumentado que los cambios en la estructura subyacente de la economía le permiten estar por encima de la tasa de crecimiento tendencial a largo plazo del 1.8% durante varios trimestres sin generar una inflación significativa.

Nuestro pronóstico se basa en ese marco analítico y, dado el cambio de régimen de política de la Fed el año pasado, estamos seguros de que sentará las bases para un año de crecimiento sólido.

Multiplicadores y riesgo al alza  

Para transformar los aumentos en los desembolsos fiscales en proyecciones de crecimiento, utilizamos los multiplicadores fiscales estimados por la Oficina de Presupuesto del Congreso (Congressional Budget Office, CBO), que a su vez se basan en la literatura académica más relevante.

Tras la aprobación de la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por Coronavirus (CARES, por sus siglas en inglés) en marzo pasado, la CBO descubrió que las estimaciones iniciales de los multiplicadores fiscales eran algo más bajas en comparación con la experiencia reciente. Es casi seguro que se deba a lo siguiente:

  • Mayor ahorro de los hogares: el ahorro de ayuda directa de los hogares vinculado a la incertidumbre en torno a los programas de ayuda fiscal resultó bastante racional y bien fundamentado, dada la demora de meses en renovar esa ayuda por parte de la autoridad política.
  • Gasto reducido: el comprensible retroceso de los desembolsos por parte de los hogares de ingresos altos al comienzo de la pandemia encaja casi perfectamente con lo que se conoce como la paradoja keynesiana del ahorro.
  • Incapacidad para gastar: esto se debió a la necesidad de involucrarse en el distanciamiento social y diversos grados de bloqueo en la economía.

Esperamos que esos vientos en contra disminuyan a medida que se acelera la distribución de vacunas en todo el país en los próximos meses, lo que probablemente resultará en multiplicadores más fuertes.

Además, a medida que la economía se reabre, la normalización de la demanda de servicios será una gran parte de la narrativa económica este año y el próximo, lo que resultará en multiplicadores más fuertes y presentará algún riesgo al alza para nuestro pronóstico.  

Con la Reserva Federal comprometida a mantener su tasa de política efectivamente en cero hasta 2023 y su compra de 120 mil millones de dólares en activos cada mes, confiamos en que no habrá un desplazamiento de la inversión privada este año.


ORIGINAL

https://realeconomy.rsmus.com/updating-u-s-gdp-forecast-fiscal-firepower-to-bolster-growth/