Las estimaciones muestran que el costo de la corrupción equivale a más del 5% del PIB mundial (US $2.6 billones, World Economic Forum) con más de 1 billón de dólares pagados en sobornos cada año (Banco Mundial).

Por increíble que parezca, la gestión de los valores relacionados con la ética mejora el rendimiento del personal y reduce el riesgo de fraude, entre otros tantos beneficios. El ejercicio de los valores dentro de las organizaciones es la piedra angular para sostener un ambiente de control que propicie una buena gestión del riesgo y del sistema de control interno.

El enfoque de fondo es mejorar el desempeño de la organización y aumentar su rentabilidad, lo cual parece estar alineado 100% a los objetivos de negocio, y más aún, alineado a uno de los estatutos de mayor relevancia en muchas de las misiones de las empresas: “Aumentar el valor de la empresa en favor de los accionistas”.

Existen modelos de gestión de la ética que permiten convertir los valores de la empresa en una forma de vivir y convivir en la empresa, logrando que, en todas las actividades de la organización, estos modelos se lleven a cabo y se evalúen bajo la óptica de sus valores.

Un modelo completo debe tener diversos componentes que van desde fijar parámetros importantes como la misión, visión y valores centrales, pasando por la implementación de los valores en la administración y operación hasta el monitoreo de resultados.

La siguiente gráfica muestra cuatro componentes básicos:


 

El rol del código de ética

Sin duda alguna, entre los temas de mayor interés para la empresa se encuentran su código de ética o conducta y las líneas de denuncia anónimas.

El código de ética es un instrumento de mucho valor para la empresa, por tanto, el tiempo y costo que se invierta en este documento se pagará con creces.

El código de ética es clave como:

  • Apoyo indispensable para generar la cultura de cumplimiento y rendición de cuentas.
  • Fundamento para desarrollar planes de comunicación.
  • Guía para el ejercicio cotidiano de los colaboradores en sus acciones y decisiones.
  • Guía para resolver dilemas éticos dentro de la empresa.
  • Marco de referencia para aplicar sanciones.
  • Apoyo para conducir investigaciones de denuncias anónimas.

Desgraciadamente, los códigos de ética, en muchas ocasiones, son de los documentos que quedan olvidados dentro de la empresa.

Una vez que el ejercicio de la ética penetra en la cultura de la organización, los beneficios se ven plasmados en la disminución de pérdidas relacionadas con:

  • La disminución de los fraudes y abusos de los recursos que provocan pérdidas de los activos de la empresa.
  • La reducción de los costos ligados a la rotación de personal y fuga de talento.
  • La evasión o aminoración de multas o sanciones de las autoridades al aplicar acciones preventivas que permitan el cumplimiento legal en forma espontánea.

Con respecto al fraude, uno de los males más invasivos en las organizaciones, y que en muchos casos afecta gravemente la reputación de las organizaciones, se puede detectar oportunamente y de esa manera contener el flujo de información al exterior en forma adecuada.

 

La importancia de una línea de denuncia

Una línea de denuncia correctamente gestionada genera una capitalización de valor nada despreciable. Se estarán preguntado cómo sucede esto, en realidad, no es algo complejo, ya que una denuncia donde la remediación de la misma va directamente a la causa raíz provoca que la empresa lleve acciones que permitan:

  • Mejorar los procesos de negocio de la organización
  • Detectar nuevos riesgos de los que no se tenía pleno conocimiento de ellos
  • Mejorar las actividades de control por la implementación de controles que faltaban de incorporar, o por el rediseño de los mismos para hacerlos más eficientes.
  • Evaluar el pulso de desempeño ético de los colaboradores que forman parte de la organización, para reforzar el cumplimiento y la rendición de cuentas.

La Association of Certified Fraud Examiners una de las más prestigiadas asociaciones que aglutinan a los investigadores de fraude en su reporte bianual llamado Report of the Nations, reporta desde hace más de 10 años a la denuncia como el medio más efectivo para detectar el fraude sobre otras medidas como la propia auditoría interna con una detección que oscila entre 39 y 43% de los casos.

Las líneas de denuncia tienen que cumplir con ciertos requisitos en su promoción y gestión. La siguiente tabla contiene los errores más frecuentes, así como las recomendaciones para subsanarlas.

Errores más frecuentes

Recomendaciones

Promocionar a la línea de denuncia como actor principal, dándole más difusión que a los valores de la empresa.

Que su campaña sea sobre los valores, y la línea sea un complemento importante de la campaña.

Errores en la recepción de la denuncia por falta de entrenamiento en protocolos de recepción de denuncias que generan conflictos y hasta infracciones a leyes y reglamentos laborales, civiles y penales.

Entrenamiento profesional a administradores.

Investigaciones mal conducidas que causan más daños que beneficios a denunciantes o denunciados inocentes.

Entrenamiento profesional y práctico a investigadores que no son, en su mayoría, de auditoría interna.

Asumir que, en todos los casos, auditoría interna está capacitada para conducir investigaciones, lo que muchas veces hace que el denunciante quede expuesto.

Las investigaciones de denuncias anónimas tienen protocolos de investigación diferentes a los de una auditoría interna típica. En muchos casos, se requiere entrenamiento complementario.

Cierre de investigaciones con soluciones superficiales que no atacan la causa raíz del problema, por lo que los eventos siguen dándose y los colaboradores pierden la confianza en el sistema.

Que todas las denuncias tengan remediaciones que vayan a la causa de fondo que origina los hechos denunciados y arreglar para que a futuro sea más improbable que suceda.

 

Los sistemas de ética como los procesos de calidad, de modernización o productividad son los que nos acercan más a un futuro de éxito donde su empresa sea una referencia para sus colaboradores, proveedores y clientes. Todos prefieren hacer negocios con empresas de buena reputación ética. Aumenta sus flujos futuros atrayendo más y mejor talento, mejores proveedores y a los clientes más leales dejándoles ver quién es Usted y su empresa en la industria donde opera.


Datos del autor

Arturo Gustavo Lara Tenorio
Socio líder de Risk Advisory Services

Oficina Monterrey
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Teléfono: (81) 83874463