La pandemia por el COVID-19 ha obligado a muchas organizaciones a desarrollar forzosamente métodos de trabajo alternativos, como el trabajo en casa. De esta forma y en tiempo récord, pequeñas, medianas y grandes empresas han puesto su foco en “seguir funcionando” y la realidad es que la gran mayoría no han evaluado en detalle las ciber amenazas que eso implica.

Si bien resulta clave proteger la salud de los empleados durante este tiempo de crisis por la pandemia, también es crítico proteger la salud de la ciberseguridad de su organización. Los atacantes maliciosos de todo el mundo están aprovechando la oportunidad de explotar debilidades tecnológicas. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que los criminales la están suplantando, enviando mensajes usando su logotipo y la información disponible públicamente para robar dinero e información sensible.

Ahora más que nunca es primordial que su organización tome las medidas adecuadas para protegerse de las ciber amenazas y se debe actuar rápidamente. Muchos de los riesgos asociados a trabajar desde casa no son nuevos; sin embargo, la rápida migración de millones de usuarios (desde redes empresariales y universitarias que se monitorean y protegen corporativamente) a redes Wi-Fi domésticas (en gran parte no supervisadas y a menudo inseguras) crea una gran oportunidad para los cibercriminales y cambia claramente el perfil de riesgo, debiéndose considerar ahora los siguientes factores para dicho análisis..

 

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