La pandemia del COVID-19 ha generado cambios profundos en la economía global. A finales del 2019, las empresas fijaron metas y presupuestos que en el primer trimestre de 2020 se dieron cuenta que no se iban a poder cumplir.

La crisis económica está afectando fuertemente a empresas de servicios como hotelería, restaurantes, transportación, entre otras, y a las compañías manufactureras cuya integración global con China, Europa y Estados Unidos en la cadena de suministros con Latinoamérica va a causar paros técnicos. La consecuencia lógica será un “efecto dominó” en el resto de las industrias con el paso del tiempo.

Nos estamos enfrentando a dos pandemias: la que ataca a la salud pública y la que ataca a la salud financiera de las empresas. Por lo anterior, es de esperarse que estas pandemias, como en otras crisis, traigan cambios profundos en los hábitos del consumidor que difícilmente van a regresar al estado en el que los conocíamos.

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