Sara Palomar y Mencía Lapetra, managers del equipo de fiscal en RSM, analizan en profundidad la reciente resolución del Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC), que marca un antes y un después en la fiscalidad del uso de bienes por parte de los socios de una empresa. 

 

Este nuevo criterio aporta mayor seguridad jurídica y plantea implicaciones prácticas relevantes para autónomos societarios y pequeñas empresas, destacando la necesidad de documentar con precisión el uso de activos como coches, viviendas u ordenadores, diferenciando claramente entre uso profesional y personal.

 

La importancia de documentar el uso de los bienes y su finalidad


Palomar recuerda que, si existe un uso personal de los bienes por parte del socio, “debería valorarse económicamente ese uso a precio de mercado y reflejarlo en la contabilidad”. Con ello se evita que Hacienda interprete la cesión gratuita como una retribución encubierta o como una ventaja patrimonial no declarada.

 

Además, las expertas apuntan que estas medidas no sirven solamente para prevenir sanciones, sino para facilitar también la defensa del autónomo en caso de discrepancia. Según Lapetra, “la prueba documental es clave. Porque el margen de interpretación en el reparto entre uso personal y profesional sigue dependiendo de los hechos concretos”.

 

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