En el trabajo, las relaciones personales no son el problema: lo son sus posibles efectos. Óscar Cano, mánager de asesoramiento laboral de RSM, recuerda que la mejor defensa empresarial no es vigilar ni prohibir, sino blindar al equipo frente a riesgos de acoso y conflictos con prevención y protocolos eficaces.
Relaciones en el trabajo: prevenir riesgos sin invadir la intimidad
La reciente polémica que ha sacudido a Nestlé por una relación sentimental en el entorno laboral ha puesto el foco en una cuestión tan delicada como recurrente: ¿hasta dónde llega el derecho de la empresa a intervenir en los vínculos personales de sus empleados?
Desde el punto de vista jurídico, la respuesta es clara. "Un empresario no puede inmiscuirse en las relaciones sentimentales de sus empleados, incluso si hay una relación jerárquica. Hacerlo supondría una intromisión en un derecho constitucionalmente protegido", explica Óscar Cano, manager del área laboral de RSM.
El debate no es teórico: los riesgos para las compañías son reales. "El mayor riesgo se produce cuando dichas relaciones acaban en acoso sexual o moral, que puede ser vertical descendente o ascendente. No únicamente el directivo puede acosar al subordinado, también puede ocurrir a la inversa", advierte Cano.
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