Sostenibilidad empresarial – Enfoque ASG y la cadena de suministro

 

Las empresas están incidiendo sobre el diseño social y ambiental, más que en ningún otro momento de la historia. La dependencia de sus capacidades para mejorar el bienestar, y su potencial transformador en las comunidades donde ellas operan, son circunstancias que están llevando a la institución empresarial a tener un rol protagónico y comprometido para responder a los desafíos actuales en materia de cambio climático, como en la contribución a las problemáticas sociales, haciendo cada vez más posible un desarrollo sostenible que tenga en cuenta a las futuras generaciones. Todo ello, conlleva nuevas responsabilidades y una mayor complejidad en el enfoque de gestión y estrategias de las compañías, y por lo tanto las desafían a desarrollar en la práctica una nueva mirada de triple impacto (económico, social y ambiental). Ya no basta con un sistema de gestión unidimensional, que tenga en cuenta solo la dimensión financiera, sino que se requiere incorporar nuevas dimensiones en la estrategia de negocio que permitan responder a una realidad que evoluciona a velocidad creciente en materia ambiental y social, yendo más allá de la responsabilidad social corporativa. 

 

Contar con una estrategia de negocios sustentable se ha convertido en una necesidad, para responder a la demanda actual de los inversionistas, clientes, colaboradores y de todos aquellos que se relacionan directa o indirectamente con las compañías o sus impactos (positivos y negativos). Hoy, son muchos quienes, desde distintas veredas, están solicitando explícitamente la incorporación en la estrategia de negocios, de los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Esto sucede, no solo como respuesta a la demanda de estos grupos de interés, sino también para cumplir con nuevas regulaciones (en el caso de Chile por ejemplo la nueva normativa exigida por la Comisión de Mercado Financiero a las Sociedades registradas -NCG 461). 

 

La adaptación de los modelos de negocios hoy es impulsada por múltiples factores; el avance tecnológico e inteligencia artificial, la omnicanalidad, pero también por los desafíos que a escala global en materia de cambio climático y desarrollo humano. Es así como los aspectos Ambientales, Sociales y de Gobernanza se han constituido como una herramienta clave, que además de velar por la debida administración de riesgos y cumplimiento, también genera oportunidades, anticipando futuras demandas de los distintos grupos de interés, o al menos se encontrarán mejor preparada para hacerlo.

Desarrollar este proceso implica sensibilizar continuamente al interior del quehacer de todas las áreas de la organización y en especial en aquellas áreas o funciones que son clave para el negocio. 

En este contexto, la gestión responsable de la cadena de suministro es un proceso crítico para las empresas, ya que repercute directamente en el desempeño que la organización tiene tanto en la producción de los bienes y servicios que comercializa, como también en su desempeño sostenible La gestión de la cadena de suministro juega un rol clave en la sostenibilidad empresarial, ya que puede de manera directa, afectar positiva o negativamente en materias ambientales y sociales.

 

Cuando una organización incorpora en su enfoque de gestión los aspectos ASG, implica también integrar estos aspectos en la supervisión y gestión continua de la cadena de suministro, desde la selección de sus proveedores. Estos criterios pueden incluir políticas ambientales, prácticas laborales justas, transparencia en las operaciones y comportamiento ético, entre otros aspectos. Al integrar estos criterios en la gestión de proveedores, las empresas pueden reducir el riesgo potencial de daño reputacional, mejorar la calidad de los productos y reducir el impacto ambiental y social a través de su cadena de suministros. Los proveedores pueden ser una fuente importante de riesgos, pero también de oportunidades para las empresas. Por ejemplo, si un proveedor tiene prácticas laborales injustas o utiliza materias primas que se extraen de manera no sostenible, esto puede tener un impacto negativo en la reputación de la empresa contratante y generar críticas de los consumidores o incluso de los inversores. En algunos casos, estas prácticas pueden incluso llevar a acciones legales o sanciones por regulaciones más estrictas.

 

 

En resumen, el uso de criterios ASG en la gestión de la cadena de suministros puede ayudar a las empresas a mejorar su sostenibilidad y por lo tanto asegurar su licencia social para operar en el largo plazo. Contribuye también a mejorar la rentabilidad y reputación de las empresas, fidelizar a sus clientes y empleados y atraer a los inversionistas que buscan inversiones más sostenibles. En definitiva, la gestión de la cadena de suministros basada en criterios ASG es una herramienta crítica para conducir la sostenibilidad empresarial en el mundo actual.

 

Paola Piña, 

Head of ESG RSM Chile.