El COVID-19 demostró que debemos llevar la gestión de riesgos al siguiente nivel

Había probabilidades de ocurrencia y con un alto impacto; sin embargo, no hicimos lo suficiente.

Las crisis son las encargadas de sacar a flote las mayores deficiencias que tienen las compañías u organizaciones; es así como la pandemia desatada por el Covid-19 ha puesto en jaque a compañías de todos los tamaños, ubicación geográfica e incluso de todos los sectores económicos.

Las compañías que parecieran menos afectadas frente a los fenómenos derivados de una pandemia como la que atravesamos, son las del sector salud, dedicadas a atender la emergencia o empresas del sector de alimentos, cuyo propósito es satisfacerlas necesidades esenciales de nutrición; esto si las comparamos con otras entidades u organizaciones que ven totalmente afectado su propósito y su mercado, compañías que de manera desesperada tratan de crear día a día estrategias para sobrevivir a la crisis, para luego poder encarar una recuperación.

Las empresas que no pertenecen a los citados grupos tendrán mejores posibilidades de salir bien librados de la situación porque han sabido leer mejor el entorno, y - ¿por qué no? -, son quienes han implementado mejores estrategias de gestión de riesgos. Es probable que algunas ya tuvieran en sus planes una catástrofe, una emergencia, una guerra, o una pandemia.

Como es notorio en el estado actual de las cosas, aquellas compañías que vieron la transformación digital como una herramienta de respuesta al riesgo de sostenibilidad, movilidad social, procesos dinámicos y atención de sus clientes, hoy reciben los créditos de la posibilidad que forjaron de prestar sus servicios o entregar sus bienes a través de diversos mecanismos tecnológicos y de comunicaciones.

 

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