Publicado en Law and Trends, El Nacional.cat
María Torres, abogada de laboral, opina como experta sobre el nuevo Plan Estival aprobado por el Gobierno, que introduce medidas obligatorias para adaptar las condiciones de trabajo y reducir los riesgos para la salud de los trabajadores durante episodios de calor extremo.
Obligaciones
Una de las principales novedades del Plan es la incorporación de obligaciones vinculantes: la evaluación de riesgos térmicos pasa a ser exigible, al igual que la adaptación de horarios, las pausas para hidratación o la suspensión de tareas en entornos sin climatización. También se reconoce un permiso retribuido de hasta cuatro días por riesgo climático, y se contempla la posibilidad de activar un ERTE si la situación se prolonga.
“El Plan Estival supone un paso importante porque convierte en obligaciones lo que antes eran recomendaciones. Introducir sanciones y medidas concretas refuerza la protección de los trabajadores, especialmente en sectores vulnerables”, valora María Torres, Manager de Laboral en RSM.
Ausencias de derechos
Sin embargo, la aplicación del plan queda limitada a contextos de alerta oficial de nivel naranja o rojo por parte de AEMET, dejando fuera episodios que pueden representar un riesgo real, pero que no alcanzan ese umbral. Torres también advierte que su aplicación efectiva requiere reforzar recursos, formaciones y protocolos internos: "Detectamos carencias estructurales en materia de prevención frente al calor. Esto hace que, pese a que el marco normativo mejore, su aplicación real sea limitada si no se refuerzan los recursos y la concienciación empresarial”.
Sectores con mayor riesgo
Los sectores más expuestos al calor (como agricultura, construcción, jardinería, hostelería al aire libre o recogida de residuos) deberán adoptar medidas específicas: evitar la actividad entre las 12:00 y las 17:00 horas, establecer turnos rotatorios y pausas frecuentes, revisar los equipos de protección y adecuarlos a altas temperaturas, entre otras. Ante una inspección, se debe revisar la evaluación de riesgos, actualizar la documentación y demostrar que se ha formado al personal para evitar sanciones.
El Plan Estival representa, en definitiva, un avance en la protección frente al calor extremo en el ámbito laboral, pero su eficacia dependerá de cómo se implemente en la práctica y de la capacidad de las empresas para integrar estas medidas de forma real y no solo formal.