Publicado en Economist & Jurist

Ignacio Hidalgo, Socio de Laboral, opina en un artículo para Economist & Jurist sobre los cambios que plantea el Gobierno sobre el control telemático de la jornada laboral.

El Gobierno ha convocado a los sindicatos y la patronal para negociar como se aplica la reducción de la jornada laboral. Uno de los puntos a tratar en la mesa va a ser la mejora en los controles horarios para asegurar que dicha reducción se aplica correctamente. Entre las medidas que propone el Ejecutivo, es la imposición de un control horario digitalizado al que tenga acceso telemático la Inspección de Trabajo.

Hace unas semanas, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, comunicó la intención del Gobierno de eliminar el registro de jornada en papel y obligar a las empresas de más de 50 trabajadores a que dicho control horario sea siempre telemático. Y también, que permita a los inspectores ver en tiempo real cuando un trabajador deja constancia de su entrada, salida o pausa para el café. 

En opinión de Ignacio, “es una medida bastante invasiva, pero lo que tiene que quedar claro es que un registro telemático no es menos manipulable que otro convencional. Este Gobierno tiene una tendencia a interpretar todas las normas laborales pensando que los empresarios son casi unos delincuentes. Hay que darse cuenta que el empresario no está en la defraudación, sino que se preocupa por hacer su negocio y generar empleo”.

No generalizar las malas prácticas

Además, nuestro socio de Laboral cree que no se puede generalizar de las malas prácticas: “Nuestro empresario es responsable, realmente. Junto a esto hay que ver que los tribunales han dictado ciertas sentencias pero parece que les da igual a nuestros gobernantes. La validez del registro de papel lo han declarado los tribunales. No sabemos bien porque se quiere cambiar por el telemático, no hay razones solventes. Al mismo tiempo supone una inversión para el empresario. En muchas empresas se utiliza, salvo la pyme. El problema es ver como se implantaría en actividades donde no tienen acceso al ordenador”.

Precisamente, en relación al sector hostelero apunta, “a este respecto habla de la restauración donde es posible que no hubiera aplicaciones telemáticas. Sin embargo hay otras que permiten fichar en el móvil, por teléfono o cualquier tipo de sistema. En estos sectores donde no hay acceso a la tecnología será más difícil implementarlo. Al final la inversión es elevada en muchos momentos y eso otras empresas no se lo puede permitir”.

Para Ignacio Hidalgo, “el gran problema en nuestro país es que se ha planteado una legislación única para grandes y pequeñas empresas, cuando sería mejor hacer esta legislación a dos velocidades: la gran empresa por un lado, y la mediana y pequeña empresa por otro. No tiene sentido que una empresa de menos de cincuenta trabajadores tenga obligaciones parecidas a otra de 5.000. Creo que esto es un error y había modificarlo porque las obligaciones laborales son un lastre importante que no todas las pueden asimilar”.

Además añade que con este tipo de control telemático lo que se pretende desde el Gobierno es que la Inspección de Trabajo pueda analizar in situ la situación de esa empresa: “Se trata de que pueda entrar en cualquier momento qué jornada he registrado y de qué forma. Es la única razón de ser de esta iniciativa. Un control más exhaustivo que no tiene porqué reducir el fraude de la jornada horaria. Este tipo de medidas requieren que se adapte estos mecanismos a la legislación de protección de datos para que no vulnere la intimidad del trabajador”.

Lee el artículo al completo Economist & Jurist.